

El transporte local y regional de viajeros y viajeras, además de constituir un servicio al consumidor, desempeña un importante papel para el funcionamiento eficaz del mercado de trabajo y el desarrollo económico. En las zonas urbanas, el transporte público puede contribuir a alcanzar los objetivos medioambientales de la Comunidad (por ejemplo, en lo que atañe a la contaminación acústica y del aire) y a aumentar la calidad de vida y la cohesión social reduciendo el aislamiento de los barrios desfavorecidos y mejorando la accesibilidad de los centros urbanos en declive.
Asimismo, el transporte público reviste una importancia particular para quienes no tienen acceso a medios de locomoción privados en las zonas rurales y para quienes sufren problemas de movilidad. Para estos últimos, es preciso un esfuerzo especial que facilite el acceso a ese transporte.
El transporte público constituye, pues, un elemento complementario en el esfuerzo general por combatir la exclusión social. Hay hogares que carecen de medios de locomoción privados. Para ellos y para quienes sufren problemas de movilidad, la existencia de unos sistemas de transporte público constituye una necesidad imperiosa para sus desplazamientos y su acceso a las oportunidades de empleo.
En estas circunstancias, y por poder contribuir a la consecución simultánea de varios objetivos (por ejemplo, mejora de la movilidad, especialmente de los grupos sociales desfavorecidos, reducción de la congestión, disminución de las emisiones de CO2, etc.), las inversiones en transporte público deberían ser objeto de una mayor atención. Es imprescindible encontrar alternativas al uso del automóvil privado y, con carácter más general, vías y medios que materialicen el potencial del transporte público de pasajeros.*
El transporte desempeña un papel fundamental en el esfuerzo por reducir las disparidades sociales y en el fortalecimiento de su cohesión económica y social
Los desequilibrios geográficos suponen una fuerte concentración de la población y de la actividad económica en algunas zonas (y, como resultado de ello, un alto coste en términos de congestión, contaminación y crecimiento urbano descontrolado) y un proceso de despoblación en otras.
En concreto, las regiones periféricas e insulares cuentan con problemas particulares de accesibilidad, confirmando la estrecha relación que existe entre la perifericidad geográfica de algunas zonas y sus niveles de vida comparativamente bajos (medidos por el PIB per cápita regional). Incluso en la era de la tecnología de la información, los servicios de transporte, tanto de personas como de mercancías, son con frecuencia fundamentales para la competitividad y la prosperidad regionales
La vinculación entre el transporte y el nivel de desarrollo económico es un hecho generalmente reconocido. Toda mejora de los servicios de transporte de una región poco desarrollada aumenta por lo general su capacidad de atracción de inversiones.
La existencia de unos sistemas de transporte eficaces es esencial para que el funcionamiento del mercado de trabajo pueda garantizar el acceso de las y los trabajadores al empleo. Parte del paro existente en Europa se deriva de los conflictos resultantes de unos sistemas de transporte que, por estar mal planificados, pueden constituir un obstáculo para la movilidad de las personas desempleadas, incluso en distancias relativamente cortas. Cada vez se reconoce más el interés fundamental que revisten los servicios de transporte para quienes no utilizan medios de locomoción privados, además de los importantes beneficios que esos servicios entrañan en términos de eficacia y de protección medioambiental. Con frecuencia, el factor esencial aquí no es tanto la creación de nuevas infraestructuras como la prestación de unos servicios de transporte apropiados (particularmente transporte público). *
La protección del medio ambiente constituye un objetivo común a las políticas de transporte y de cohesión (entre otras muchas). El medio ambiente se reconoce, no sólo como un factor de importancia para la atracción de nuevas inversiones a una región, sino también como una fuente de nuevas oportunidades (por ejemplo, en materia de desarrollo de tecnologías limpias).
Destacado cada vez más la importancia de una movilidad sostenible, lo que es coherente con el objetivo general de cohesión al que han apuntado sucesivamente varios Libros Verdes y Blancos.
*Cohesión y Transporte. Comunicación de la Comisión Europea al Consejo Europeo, el Parlamento Europeo, el Comité Económico y Social y el Comité de las Regiones