El Flamboyán gigante de Veneguera

Itinerario de la ruta
Degollada de Tasarte – Veneguera – Flamboyán gigante – Cruz de San Antonio – Mogán

Veneguera, y más concretamente su playa, se ha convertido en los últimos años en la bandera de los ecologistas y naturalistas que desean una protección natural lejos de las masificaciones turísticas y construcciones desmedidas. Los valores de Veneguera van desde los agrológicos hasta los arqueológicos, pasando por los elementos botánicos singulares.

Si una persona quisiera conocer la playa de Veneguera debe viajar directamente al pueblo de Veneguera y recorrer los ocho kilómetros de pista de tierra que le lleva a la playa. La ruta que se propone aquí es más amplia y pretende enseñar con detalle la parte alta del barranco de Veneguera, su valle, y tener unas amplias panorámicas de esta zona.

Punto inicial: Degollada de Tasarte, limite geográfico entre los municipios de Mogán y La Aldea. Punto kilométrico 45,700 de la carretera GC-200 (Mogán-La Aldea). la línea de Global, nº 38, desde el puerto de Mogán en dirección a La Aldea de San Nicolás de Tolentino.
Recorrido: 12 kms.
Duración: 3:30 horas.
Nivel: Medio-alto.
Punto final: Centro de Mogán. Guaguas (líneas nº 38 y 86) a las 12,31; 14,57; 15,35; 17,01 y 18,22 h.
GLOBAL se reserva el derecho a modificar esta información.
Teléfonos de interés: Emergencias: 1-1-2
Asociación Radio Taxis: 928-462-212
Taxis –parada de Mogán: 928-150-551
Teléfono de información de las Guaguas de Global: 902.38.11.1
Protección Civil de Mogán: 928-569-141
Observaciones: Por las enormes temperaturas de la comarca y la longitud del recorrido, recomendamos 2 litros de agua por persona, preferiblemente 1 litro congelado y enriquecido con sales minerales.

 

Perfil de la ruta

Perfil de la ruta el Flamboyán gigante de Veneguera

TRAMO 1º: Degollada de Tasarte-Pueblo de Veneguera.

Tiempo aproximado 1:15 hora. Recorrido unos 4 km.

Inicio de la ruta - Degollada de Tasarte
Inicio de la ruta – Degollada de Tasarte

En el año 1954 se abrió una pista de tierra para unir el pueblo de Mogán con La Aldea de San Nicolás de Tolentino, a partir de entonces este camino entró en desuso, conservándose medianamente bien hasta las señalizaciones recientes que ha acometido el ayuntamiento de Mogán

El inicio de nuestra ruta se sitúa en la Degollada de Tasarte a la izquierda del gran cartel anunciador del municipio de Mogán, con esculturas de salto del pastor y un cardón, todo realizado en hierro. Tomamos rumbo sur, junto a mojón cuadricular de piedra, iniciamos una bajada en zigzag hacia un tramo antiguo de pista abandonada. Seguimos el sendero de frente para caminar sobre ladera de picón grisáceo. El claro sendero vuelve a serpentear rodeado de plantas como las salvias, la leña buena, los tajinastes. Después de un tramo estrecho llega al Lomo del Camino, con vista a las montañas de Las Pernadas, a su izquierda. Seguimos descendiendo, por un serpenteo largo y resbaladizo, por la vertical de un lomo rocoso, gira a izquierda, para bajar esa vertiente del lomo y al final tuerce a la derecha para bajar a un pequeño barranquillo.

Camino real de subida desde el pueblo de Venegue
Camino real de subida desde el pueblo de Veneguera

Subimos levemente al otro lado para acceder al morrete del Balo, donde llegamos tras andar unos 20 minutos aproximadamente. Descendemos a la izquierda, cruzamos de frente una barranquera y seguimos por el camino en la izquierda -aguas abajo-. Pasamos por un andén y comenzamos a ver en el fondo del barranco del Balo, un bosquete de palmeras canarias, entremezcladas con pinos y otros árboles.

Pasamos por un algarrobero y llegamos a las casas derruidas de La Cogolla, ya sobre pista de tierra seguimos bajando, observando a su derecha y detrás de una mimosa un magnífico horno de pan construido con piedra seca, de gran valor etnográfico.

Proseguimos bajando, avistamos unas casas ya algo reconstruidas, damos unos giros sobre la pista de tierra y entramos en el descenso de “Llanos del Gusano”. Cruzamos a la altura de un imponente roque que queda a nuestra derecha. Entramos siguiendo los postes de madera a un lomo “El Riego” y avanzamos viendo un estanque.

Cómodamente llaneando veremos los primeros frutales cerca de La Solana, se cruza un barranquillo donde veremos algo de agua y saos, para seguir de frente en busca de una construcción blanca que es un almacén rodeada de enormes cardones. Existe un letrero de Calle Real del Mar y el nº 25. Subimos a una explanada de asfalto y nos orientamos hacia las calles de la izquierda subiendo hasta la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima y la plaza del pueblo de Veneguera.

TRAMO 2º: Pueblo de Veneguera-Flamboyán-Casas de la Huerta Vieja.

Tiempo aproximado 1:15 hora. Recorrido unos 5 km.

Vista del centro del pueblo de Mogán
Vista del centro del pueblo de Mogán

Después de reposar en la plaza, frente a la misma, cruzamos por el paso de peatones y por un senderillo nos adentramos en un área recreativa que a modo de museo etnográfico el ayuntamiento ha recuperado en una ladera arenosa. Bajamos a la parte baja y entre dos gigantes cardones salimos de esta área para llegar a una calle que seguimos a la derecha pasando por el restaurante Almacicos (escrito de esta manera).

En el siguiente cruce bajamos a la izquierda para llegar a la parada de guagua (punto intermedio-ver ficha orientación). Seguimos bajando y llegamos a un cruce donde señala la dirección la playa a la derecha.

Cardones canarios
Cardones canarios

Aquí también verá un hito de piedra seca que señala la dirección de otro camino, es lo que hemos llamado la opción A: que consiste en ir directamente a las Casas de la Huerta Vieja, pero nuestra intención es visitar el Flamboyán gigante por lo que no describimos esa opción A.

Seguimos bajando por la pista asfaltada viendo las plantaciones agrícolas a ambos lados del barranco y cuando se gira a la derecha delante de un grupo de eucaliptos, a su izquierda aparece un barranquillo pequeño: Barranco Huerta Vieja -opción B.

Ahora describimos la opción C, que consiste en ir y venir al Flamboyán. Seguimos descendiendo la pista, ahora de tierra y a los 700 metros vemos el pozo de San Antonio y el Sao, junto a un gran aguacatero. Seguiremos bajando y llegamos al flamboyan, detrás un estanque, una valla rodea este magnífico ejemplar y frente al mismo, la entrada a una finca y unos laureles que nos permiten también cobijarnos en sus sombras. Estamos a una altitud de 200 metros con respecto al nivel del mar y se conoce este lugar como Las Goteras. Hemos recorrido hasta este punto, unos 6,800 metros de ruta.

Fondo del barranco de Veneguera
Fondo del barranco de Veneguera

Retrocedemos los 1.400 metros para volver al barranco Huerta Vieja y al asfalto e iniciamos la descripción de la opción B.

A la derecha (si venimos del flamboyán), cuando llegamos a los eucaliptos, cruzamos el barranco y subimos a un canal de cemento que caminamos aguas arriba. Fíjese en las casitas en lo alto del lomo hacia donde tenemos que dirigirnos. Por el canal se llega a una compuerta y una pista; bajamos, y enfrente hay una subida con escalones rocosos. Se sube por un morro rocoso hacia las dos primeras casas, con el nº 6, se pasa en medio y al salir hay un horno en su derecha.

Volvemos a subir otro lomo rocoso buscando la otra casa blanca y jaspeadita de gris. Hay un flamboyán, un granado y por debajo de un papayero pasamos dejando la casa a la derecha, unión de las opciones A + B + C.

TRAMO 3º: Subida por el camino de Cruz de Mogán.

Tiempo aproximado 1 hora. Recorrido unos 3 km.

A 251 metros de altitud comenzamos el tramo más empinado de la caminata pero a la vez visitamos el trazado de un camino real lleno de historia, leyendas y trabajo. Mucho trabajo debieron pasar aquellos arrieros que con sus mulas subían y bajaban sacando los productos agrícolas de la generosa tierra de Veneguera. Cada curva del camino seguro que guarda secretos de aquellos que iban y venían de Mogán después de celebrar fiestas, romerías, verbenas y jolgorios diversos. O aquellos retenes de vigilancia que ponían las autoridades para evitar las propagaciones de enfermedades entre los pueblos. El ayuntamiento obligaba a los varones adultos a cuidar y arreglar los caminos, pero siempre había excepciones; por ejemplo, aquellos más adinerados que podían pagar entre 2 y 3,5 pesetas para evitar esos trabajos (1).

(1) SUÁREZ MORENO, Fco: Mogán: de pueblo aislado a cosmopolita. Edición Ayuntamiento de Mogán- 1997, pag. 168.

Horno en La Cogolla
Horno en La Cogolla

También se puede subir un poco más adelante. Hay un grupo de cañas que se pasa con dificultad y comenzamos la subida siguiendo unas marcas de pintura blanca. Gana altura rodeado de pitas, melosas, tederas y verodes. Sube un lomo rocoso, después un zig-zag para penetrar en una cañada llamada la Hoya de la Salvia. Hay dos palmeras solitarias que alcanzamos para cruzar y ascender al Lomo de Las Tosquillas, donde el camino se ensancha y tiene unas vistas panorámicas espectaculares. Divisará las montañas altas de Inagua y Hornos, Tauro. El pueblo de Veneguera a sus pies, con todo el valle plantando de frutales.

Cruza unos postes de madera y se mete en la vertiente S-SW del lomo, unos zigzagueos y vuelve a una zona volcánica donde el camino está excavado. Llanea enfilando la Degollada de Cruz de Mogán, teniendo a la vista también La Fortaleza donde se encuentra una enorme cruz más alta.

Llegamos tras una subida de 45 minutos a la degollada que da visa al pueblo de Mogán, justo a una altitud de 436 metros con respecto al nivel del mar.

Aquí se nos plantea dos opciones, o bien coger el camino de la cresta (lo describimos como una vía de evacuación en la ficha de orientación), o descender por el Lomo de la Quinta en dirección al centro del pueblo de Mogán.

Para ello, delante del pedestal de la cruz, mirando a Mogán, tenemos la bajada de un sendero ancho que a medida que desciende se estrecha y estropea por lo arenoso del terreno. Tras un largo serpenteo vamos buscando una casa con teja y un bidón en la azotea. Llegamos a una era y a la casa mencionada, llamada “Tamoganife”, con el número 7 en su puerta.

Aquí descendemos a una pista que nos permite cruzar el barranco de Mogán, ya canalizado y subir a la derecha hacia la carretera general, donde desembocando teniendo enfrente el club de la tercera edad de San Antonio. Caminamos a la izquierda pasando por el estrechamiento de la calzada: la iglesia la tenemos en nuestro lado derecho, y un poco más adelante llegamos al eucalipto gordo, donde están las paradas de guagua, teléfono público y varios restaurantes donde podrá refrescarse después del pateo.

Qué descubrir:

Los mangos y las mangas

Mangas
Mangas

Esta ruta por Veneguera se podría llamar de otra manera, pero hemos preferido llamarla la Ruta de Los Mangos por la variedad de estos exóticos productos que vemos a la largo del camino, siendo Mogán el primer lugar donde posiblemente se plantaron estos frutales a principios del siglo XIX, gracias a la aportación de Matías Sarmiento emigrante canario a Cuba. Llegamos a esta conclusión después de analizar el Diccionario de Historia Natural de Viera y Clavijo (Siglo XVIII) en donde no contemplaba la presencia de estos frutales en Canarias; de lo que resulta por la información manejada que fuera Matías Sarmiento quien enviaba a Mogán, tanto dinero como productos agrícolas.

Desde Cuba llegó la fruta del mango, del árbol Mangifera indica, una de las frutas más cultivadas en el mundo tropical. El mango se cultiva en la India desde tiempos inmemoriales. El famoso poeta indio Kalidasa lo alabó. Alejandro Magno gustaba de su sabor, así como el viajero chino Hieun Tsang. El Emperador mogol Akbar sembró más de 100.000 árboles de mango en Darbhanga, en la India. Solo en la India hay más de l.000 variedades, donde es la fruta nacional, otros países que la cultiva, principalmente, son: Brasil, Ecuador, Israel, Sudáfrica, Costa de Marfil, México, Puerto Rico, Perú, Caribe…

Las “mangas” son híbridos de primera generación, producto del injerto del patrón primario Mangifera indica. Un proyecto propiciado por el Centro Experimental “Los Moriscos” de la Caja Insular de Ahorros, con el asesoramiento, durante varios años, del Dr. Malo de la Universidad de Florida, hizo que el cultivo del mango se desarrollara fundamental en el valle de Mogán, debido a sus excelentes condiciones para este cultivo: calidad del agua, benignidad de su clima y suelos con mucho drenaje.

El caminante descubrirá a lo largo del itinerario propuesto plantaciones de estos frutales. La variedad reina del mango es «Tommy Atkins» y en mangas, las variedades «Keitt» y «Kent».

La piel, correosa, no es comestible (algunos médicos la han recetado para la curación de determinadas enfermedades cancerígenas y en determinados puntos de Gran Canaria el agua resultante de la cocción de la piel se usa en forma de gárgaras y como cicatrizante de ulceras en la piel). Justo en el centro de la fruta se encuentra el hueso, de forma plana u ovalada. En la manga, el hueso es más plano que en el mango. Para reconocer la madurez, además del aroma, nos lo indicará si al palparlo, cede a la más mínima presión. Tiene un alto contenido de vitaminas B1, B2 y C, además de calcio y fósforo.

Flamboyán gigante
Flamboyán gigante

Flamboyán gigante

“En Veneguera, vegeta el flamboyán (Delonix regia) más espectacular de cuantos crecen en el archipiélago canario. Sus exigencias son colmadas en abundancia: agua, buen drenaje, sol constante, espacio y abrigo gracias a las gigantes vertientes que lo parapetan. En el mes de agosto, este flamboyan suele alcanzar su paroxismo floral.”

ESTEVEZ DOMÍNGUEZ, Javier. Gigantes en las Hespérides: árboles singulares y monumentales de las Islas Canarias. 2004

Autor de las fotos: Álvaro Monzón Santana

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