
El transporte en guagua registra la tasa de siniestralidad más reducida de todos los modos de transporte por carretera, lo que le convierte en el modo más seguro de la carretera. Según muestran los datos del Balance provisional de Siniestralidad Vial de 2021, presentados por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, 47 personas fallecieron el pasado año en accidentes relacionados con camiones, 60 en furgonetas, 228 en motocicletas y 484 en coches, por tan solo una en guagua.
Estos datos, confirman nuevamente, que el transporte en guagua es un gran aliado de la seguridad vial y por tanto impulsar su uso, no sólo contribuye decisivamente a reducir la pérdida de vidas humanas, sino también a la reducción de costes en términos de asistencia sanitaria y minusvalías por accidentes de tráfico; a parte de otros beneficios desde el punto de vista medioambiental y de eficiencia energética.
El transporte por carretera beneficia tanto a las naciones como a los individuos porque facilita el movimiento de bienes y personas. Permite un mayor acceso a los empleos, los mercados económicos, la educación, la atención sanitaria, lo cual, a su vez, incide positivamente de forma directa e indirecta en la salud de las poblaciones.
Sin embargo, el incremento del transporte vial también ha supuesto una carga importante para la salud de las personas, que se manifiesta en forma de traumatismos por accidentes de tránsito, enfermedades respiratorias y consecuencias derivadas de la reducción de la actividad física.
Existen otras repercusiones económicas, sociales y ambientales negativas provocadas por el movimiento de bienes y personas a través de las vías de tránsito, como la contaminación del aire, las emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de recursos finitos, la disgregación de las comunidades y el ruido.
Son tantas y tan relevantes las implicaciones que a estos niveles genera la seguridad del transporte a nivel mundial, que la Organización de Naciones Unidas (ONU) en su definición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ha establecido la meta de reducir a la mitad el número de muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico (ODS 3.6), y la meta de proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y todas de aquí a 2030 (ODS 11.2); lo que constituye un poderoso acicate para movilizar a los gobiernos y a la comunidad internacional en el ámbito de la seguridad vial.
La Seguridad Vial en cifras
La seguridad vial es la especialidad que estudia la prevención de accidentes de tráfico o la minimización de sus efectos para la vida y la salud de las personas implicadas. La seguridad se refiere a aquello que está exento de peligro, daño o riesgo.
Las lesiones provocadas por los accidentes de tránsito son un problema de salud pública a nivel mundial, siendo una de las principales causas de muerte en todos los grupos de edad y la primera entre personas de entre 15 y 29 años.
Todos los años fallecen más de 1,2 millones de personas en las carreteras del mundo, y entre 20 y 50 millones sufren traumatismos no mortales.
Casi la mitad (49%) de las personas que mueren en las carreteras del mundo son peatones, ciclistas y motociclistas.
Además del dolor y el sufrimiento que acarrean, los accidentes de tráfico constituyen un grave problema de salud pública y desarrollo, que conlleva elevados costos sanitarios y socioeconómicos. No solo las víctimas y sus familias, sino los países en conjunto sufren considerables pérdidas económicas por su causa: los accidentes de tránsito representan del 1% al 3% del producto nacional bruto en gran parte de los países.
En España fallecen cada año más de 1.700 personas por accidentes de tráfico y más de 8.000 sufren lesiones graves que causan frecuentemente discapacidad.
Por todo ello, la seguridad vial en relación a la prevención de accidentes de tráfico, es una de las prioridades del Ministerio de Sanidad conjuntamente con el fomento de una movilidad activa y sostenible en el marco de la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el Sistema Nacional de Salud.
Su prevención se basa en fortalecer el marco legislativo en materia de prevención (obligatoriedad del uso de cinturón de seguridad y casco, limitación de la velocidad, limitación de los niveles de alcoholemia durante la conducción, etc.), mejorar la seguridad de las vías de tráfico, de los vehículos así como de las personas usuarias de las vías, garantizar una buena respuesta de los sistemas de atención y emergencias cuando se produce un siniestro tras los accidentes y fomentar el liderazgo y la concienciación en relación la seguridad vial.
La seguridad según el modo de transporte
De todos los modos de transporte por carretera, el transporte en guagua es el que registra la tasa de siniestralidad más reducida, lo que le convierte en el modo de transporte más seguro por carretera, de acuerdo con los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
En 2021 se produjeron en España 921 siniestros mortales en las carreteras españolas, en los que fallecieron 1.004 personas.
De las 1.004 personas fallecidas en carreteras españolas, sólo una persona (el 0,099%) viajaba en guagua, según los datos dados a conocer el pasado 7 de enero en la presentación del balance provisional de siniestralidad vial 2021 referido a los siniestros ocurridos en vías interurbanas con fallecidos en el momento o en las 24 horas siguientes.
La baja siniestralidad de la movilidad en guagua no es excepcional este año. De hecho, también en 2020 se registró una única víctima mortal y en 2019, por primera vez en la historia desde que hay registros, se cerró el año con 0 víctimas mortales en guagua en toda España.
Por contra, los desplazamientos en turismo acapararon el 48,2 % de las muertes en accidente de tráfico a lo largo de 2021.
Son numerosos los estudios en los últimos años que avalan el viajar en guagua como la forma más segura. Ya en el año 2003, el informe elaborado por once expertos independientes por el Consejo Europeo para la Seguridad del Tráfico (ETSC), en el que participa el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), denominado como ‘Rendimiento de la Seguridad del Transporte en la UE’, concluía que viajar en coche es diez veces menos seguro que hacerlo en guagua.
En 2017, sobre datos de 2015, una investigación del instituto Rail Safety and Standards Boards Limited, del Reino Unido, destacaba que el riesgo de sufrir un accidente de tráfico en guagua era 6 veces menor que si se viaja en un turismo; 48 veces menor que en bicicleta y 321 veces menor que si se viaja en moto.
El uso del transporte público no solo contribuye decisivamente a reducir la pérdida de vidas humanas, sino también a la reducción de costes en términos de asistencia sanitaria y minusvalías por accidentes de tráfico.
Fundamentos claves para la seguridad en una guagua.
El usuario de la guagua valora la seguridad desde la óptica de la ausencia de incidentes durante el trayecto, la comodidad del viaje, la forma de conducir del conductor o conductora y cómo puede afectar a su viaje otras circunstancias: el tiempo o la congestión del tráfico.
Por tanto, la seguridad de la guagua se fundamenta 4 pilares fundamentales;
• La Guagua
• Conductor/a
• Pasajeros
• Seguridad vial
Una guagua es una máquina técnicamente muy compleja, que se diseña bajo estrictas normas de seguridad que condicionan a los fabricantes. Esta complejidad se debe a las propias características técnicas que debe cumplir cualquier vehículo que se destine al transporte de personas. La legislación vigente en España diferencia tipos de vehículos para el transporte de personas, dependiendo de su capacidad, masa y la disposición de los viajeros en el vehículo:
Los vehículos de GLOBAL tienen la Clase II: Vehículos para pasajeros sentados y de pie en determinadas zonas (interurbanos).
Además de los requerimientos de frenado, estabilidad y dirección, debe disponer de una carrocería que asegure que, en caso de vuelco, la energía que pueda recibir por efecto del impacto y por el desplazamiento de las masas en el autobús sea soportada por la estructura con mínimas deformaciones.
El conductor o conductora de una guagua es un profesional ampliamente formado para su trabajo, está respaldado por un permiso de circulación específico para vehículos de transporte de pasajeros (clase D-D1), y por una capacitación contrastada mediante la superación de las pruebas para la obtención del certificado de aptitud profesional para el transporte de viajeros (CAP).
Dentro del concepto de seguridad en la guagua, el conductor/a supone mucho más que un simple actor, ya que es quien maneja adecuadamente una máquina tan complicada y, además, transporta personas.
El contacto con los pasajeros/as, y sobre todo, con las circunstancias y situaciones imprevistas que se pueden producir durante un viaje, requiere que la actitud del conductor/a sea la de minimizar riesgos, previendo, en lo posible, situaciones peligrosas para anticipar a tiempo cualquier maniobra, controlando las alternativas disponibles.
Los pasajeros/as son el tercer componente que participa en la seguridad de la guagua, protagonista en este tipo de transporte. De nuevo estamos tratando con personas y, por tanto, con diferentes actitudes y comportamientos. Los pasajeros/as, bien se trasladen de pie en el interior o viajen cómodamente sentados deben mostrar siempre un comportamiento adecuado y, sobre todo, respetuoso con todo su entorno.
La seguridad vial relacionada con el transporte en guagua se puede ver afectada de dos formas diferentes; por factores internos y/o externos y que podemos resolver en primer lugar haciendo un correcto uso de la guagua minimizando las averías y los accidentes innecesarios y por otro; el entorno que la rodea, los otros vehículos y las condiciones climatológicas y de la carretera que gracias a los sistemas de seguridad activos de la guagua y la alta profesionalidad del conductor y conductora podemos decir que el transporte público en guagua es seguro.
La seguridad desde una perspectiva sanitaria
La pandemia de la COVID19 ha afectado a todos los sectores productivos y a todos los sectores de gestión de una empresa. Desde la gestión de los recursos humanos hasta la atención al cliente pasando por la gestión económica de una caída repentina de ingresos sin precedentes. No hay esfera que no haya sufrido un impacto negativo por esta pandemia.
La palabra clave en este sentido ha sido, sin duda alguna, la seguridad. En realidad, una nueva dimensión de seguridad, la seguridad sanitaria. El concepto de seguridad es un pilar clave de la gestión en el sector del transporte, desde la prevención y seguridad laboral, pasando por la conducción segura, hasta llegar a las innovaciones técnicas de la flota. Pero en estos meses hemos tenido que enfocarnos también a la seguridad sanitaria y garantizar la prestación de un servicio esencial libre de riesgos.
De hecho en GLOBAL de la mano de las autoridades de transporte insulares, nos hemos adelantado a las recomendaciones y protocolos que se han ido dictando en este sentido. Pusimos en marcha, entre otras medidas, un novedoso sistema de higienización de las guaguas incorporando un nuevo detergente con efecto virucida homologado por las autoridades sanitarias contra la COVID19 incluso antes de que se declarara el Estado de Alarma; el sector del transporte público requirió la mascarilla obligatoria dos meses antes de que se impusiera de forma generalizada para toda la actividad y toda la población; colocamos en todas nuestras unidades a finales de mayo, dispensadores de gel hidroalcohólico para uso obligatorio de nuestros clientes al acceder a bordo y hemos comunicado a nuestro personal una serie de acciones cuyo objetivo es potenciar la mejor ventilación posible de nuestros vehículos que posibilite la mejora en la calidad del aire interior; lo que nos llevó a mediados de 2020 a conseguir la certificación µBioFree®, que confirma de forma objetiva el trabajo realizado en esta dirección. Aunque asumimos, como cualquier sector de actividad, que el riesgo cero no existe, la evidencia demuestra que, también en pandemia sanitaria, el transporte público es seguro.
La evidencia, la experiencia y también la ciencia, arrojan datos objetivos y fiables, y contamos con informes nacionales e internacionales que corroboran que con las medidas preventivas implementadas, como el uso de mascarillas, la desinfección y limpieza diaria de las guaguas, la ventilación y la dispensación obligatoria de gel hidroalcóholico, el riesgo de contagio es mínimo.
REFERENCIAS:
1.- https://revista.dgt.es/es/noticias/nacional/2022/01ENERO/0107-Balance-prov-accidentalidad-2021.shtml
2. – Gaceta Sanitaria Volume 34, Issue 4, July–August 2020, Pages 350-355
https://reader.elsevier.com/reader/sd/pii/S0213911118302450?token=299C027037B1A176EEC3F7581D1B4F3F7C1153AF7863988859FCB58257BF83696F86C849C8C7B90D24BB0F3A6870A4FE&originRegion=eu-west-1&originCreation=20220107205747
3.- European Road Safety Observatory (www.erso.eu).
4.-https://www.revistacesvimap.com/seguridad-en-autobuses-cuatro-factores-para-un-transporte-seguro/